“La capital del pecado” tiene dos protagonistas. Juan Dávila y el público.  En el pecado y en la capital  nada será igual. Cada espectáculo será diferente, distinto, innovador, arriesgado, atrevido, rompedor. El showman  Juan Dávila sabe el punto de origen del espectáculo. El final siempre lo decide el público. Es una de las sorpresas. Lo demás sucede en el momento y en el tiempo del espéctaculo.  El público puede repetir.. Nada será igual. La distinción está en el espectador siempre guiado por el mejor domador de emociones, sentimientos y realidades. Juan Dávila  llega al Teatro Arlequín para quedarse con el público de la capital. Y sus pecados. 

Un espectáculo ideal para ver con un grupo de amigas. Casadas, divorciadas, “o en búsqueda de nuevas oportunidades”. Mujeres con sus maridos para que la velada termine de otra manera. No mejor. Tampoco peor. Diferente. El público no se queda atónito ante lo que sucede.  En eso consiste el trabajo del gran showman Juan Dávila. Todo comienza con los ojos. Lo demás es el misterio del espectáculo.

El despertar del instinto más primitivo del ser humano. La diversión está garantizada. No es un monólogo de risas. Tampoco de sexo. Ni de sensualidad. Ni de cosas mundanas. Es todo eso y mucho más.  Es la vida en estado puro.La vida no es más que aquello que sucede mientras estabas esperando otra cosa... y lo que llega al Teatro Arlequín es mucho más que lo que has visto hasta ahora. Juan Dávila te lo enseñará todo. 


Duracion: 80 minutos