Este grupo, estéticamente caracterizado por la impresionante presencia de su cantante Antonio Alcázar (Madrid, 1961, 2 metros de altura, 140 kilos de peso, una voz sensacional), comenzó su andadura en la mítica sala madrileña King Creole tocando versiones de clásicos del rock and roll. Sin embargo tenían talento para componer y pronto empezaron a cantar temas propios, teniendo muy claro que para triunfar había que cantar en español. Y así lo hicieron en 1989 con la graciosísima canción "Velasco" cuyo single se oía con asiduidad por toda España. Ello les llevó a grabar un album ese mismo año, uno de los mejores discos de rockabilly que se ha grabado en este país y, con seguridad, el más simpático. Formado integramente por canciones en español contaba, además del tema del single, con obras maestras como "El capo", "600" o "Blues doméstico". Su siguiente disco, "Tamaño real" (1990), no alcanzó la repercusión del anterior pero no era, ni mucho menos inferior en calidad. Llevaba también simpáticas humoradas como "Buitres", agradables himnos de hermanamiento como "Gente de bar" o reclamaciones nacionalistas como "Gente de mar" (sobre la guerra del fletán con Canadá).

Nace en Canarias, España, vive en Brasil y canta estupendamente boleros latinoamericanos con un toque de bossa nova brasileiro, dando por resultado una fusión verdaderamente interesante. Dos discos dan prueba de su talento en este estilo.