La última locura de GERARD BORRELL tiene tropecientas pulgadas de magia y cachondeo, pero revela en 4K un trauma que viene de lejos.

Se trata de algo muy íntimo que ha guardado para los suyos y ahora, que se ha dado cuenta que los suyos sois vosotros, os lo quiere contar a corazón abierto, como si le acompañara Isabel Gemio: desde pequeño, su máxima ilusión ha sido ser presentador de televisión, pero, por esas cosas de la vida, no ha tenido una flor en el culo. Y eso que no ha parado de hacer el capullo. 

El teatro es el único espacio que le permite ser él mismo, sin prejuicios y con plena libertad, así que lo ha aprovechado para hacer, una vez más, lo que le da la gana y ha perpetrado un show tan sorprendente que debería anunciarse en la Teletienda.

Junto al público, irá probando distintos formatos de televisión -desde concursos hasta realities- con el fin de encontrar el programa que más encaje con su personaje. Quizás no lo consiga, pero lo que nos habremos reído no tiene precio. ¿O tiene el precio justo? ¿Qué apostamos? No sé, ¡pasapalabra! Vale, ¡allá tú!