RETABLO DE LA AVARICIA, LA LUJURIA Y LA MUERTE de Valle-Inclán. En "Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte"" de Ramón María del Valle-Inclán, los hombres van y vienen, motas de polvo revueltas por las corrientes hondas e indomables del instinto radical: hambre, sexo, riqueza, dominio, superstición y agorería. En oposición, la presencia e imperio constantes de la mujer, creadora-destructora, fuerza irresistible, ciega naturaleza, fuente mezclada de bien y de mal. Ulises y la Traviata, reflejados en los espejos cóncavos del Callejón del Gato, dan lugar a un afilador y una encamada, dan lugar al esperpento.

De las cinco piezas que componen este ""Retablo...

"" , Teatro del Norte representa dos de ellas: ""Ligazón, auto para silueta"", y ""La Rosa de Papel, melodrama para marionetas"". Forman parte de ese corpus valleinclanesco que llamamos ESPERPENTO: donde los personajes van a verse en los espejos del Callejón del Gato. La mirada semántica del realismo es sustituida por la mirada semántica del expresionismo.

Situadas en la Galicia más profunda – también podría ser la Asturias más profunda – estas dos obras nos hablan de las miserias del ser humano en cualquier lugar y condición. Nos hablan de la avaricia, de la lujuria, de la crueldad, de la brujería, de la muerte, de la vida, de la sangre, del miedo, de la rebelión…, del eterno enfrentamiento del bien y del mal, de la propia condición humana. Poner en escena estas dos obras es enfrentarse a los ritos más ancestrales del ser humano, a los más profundos, a lo más oscuro de la condición humana. Un reto de interpretación y puesta en escena que tiene que ir más allá de la farsa,que tiene que ir a ese territorio difícil de definir que llamamos esperpento y que, sin duda, es una de las creaciones teatrales europeas más importantes del siglo XX.

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