Don Quixote es un poema sinfónico compuesto por Strauss en 1897, con una estructura de tema principal y diez variaciones, ocupándose cada variación de algún capítulo destacado de la novela (los molinos, la batalla contra el ejército de ovejas, el encuentro con Dulcinea…). La melodía y los sonidos evocan pasajes y acciones de la novela y los instrumentos solistas se transforman en los personajes principales. Así, el violonchelo representa a Don Quijote, mientras que Sancho Panza actúa a través de la viola, la tuba tenor y el clarinete bajo.

En este Quixote se desdoblan personajes y acciones. No solo se mantiene la relación entre los protagonistas e instrumentos solistas, sino que aparecen nuevos Quijotes y nuevos Sanchos, rodeados de otros personajes. La historia también se desdobla: los capítulos de El Quijote están ahí, en música y en acción teatral, pero se superpone la dramaturgia de unos artistas “queriendo” hacer Quijote. En este universo quijotesco de capas superpuestas, añadimos una más: la del circo. Strauss imaginó contar el Quixote con sonidos y Truca Circus ha imaginado transitarlo con acrobacias, equilibrios, clown, malabares, manipulación de objetos y movimiento.

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