Si quisiéramos reducir la esencia de Las Robertas a un tagline comodón, nos conformaríamos con repetir otra vez que el grupo de San José son “una de las bandas señeras del reducto alternativo de Costa Rica” o que son “el emblema latinoamericano de los grupos con una mujer al frente”. Pero, aunque ambas cosas son verdad, también son un poco mentira. Porque Las Robertas desbordan encasillamientos: son una de las formaciones de rock alternativo más excitantes de todo el mundo y son un emblema de la música latinoamericana en general que, casualidad o no, su líder es una mujer (la gran Mercedes Oller). Como se puede comprobar en su novísimo álbum “Love Is the Answer,” su amor por las guitarras a veces se da un aire a los sesenta, a veces a los noventa: ora suenan a la Velvet o The Byrds, ora a Sonic Youth o The Breeders. Pero, como siempre en su caso, nada es tan evidente. También recuerdan a la camada C-86, también pisan actualidad (han teloneado, porque casi era inevitable, a Hop Along o Warpaint) y la mayoría de veces, obviamente, suenan a… Las Robertas.