CRIMEN [Adaptación teatral de la obra surrealista Crimen, escrita por Agustín Espinosa en 1934]. Es una bomba dentro de una caja de terciopelo que flota en una nube de excrementos: la libertad y la violencia emergen de una escritura delicada y musical, invadida por la ternura en el razonado desorden de los sueños. El ¿protagonista? es víctima y victimario de un desesperado amour fou y sus cómplices inusitados asesinos que pulverizan nuestra ilusoria estabilidad. ¿Jazmines, cunas, estatuas o sombreros pueden convertirse en criminales? Entonces solo nos resta deambular por las arenas movedizas de los pasos perdidos, una vez que los asideros de la realidad empiezan a derretirse como relojes blandos. Esta es la principal subversión de Agustín Espinosa: su crimen fue dinamitar la isla de las maldiciones y repartir sus despojos en exquisitos retazos de una prosa surreal. Agustín Espinosa y María Ana nos siguen vigilando con sus ojos petrificados desde una desolada vía de ferrocarril en la menstrua alba de la poesía.