Después de vivir una gran hecatombe apocalíptica sólo un pequeño grupo de supervivientes se han mantenidos vivos en está onírica devastación tomando el control de la tierra.

Divididos en clanes, sufren la falta de agua, las enfermedades, el hambre y el implacable sentido de la supervivencia; deambulan y protegen sus espacios vitales en busca del agua, el más preciado bien, el oro de esta era que apenas existe y su búsqueda se hace imprescindible por los distintos clanes que pueblan esta asolada tierra.

El gran cataclismo nos deja entrever un desolado y enfermizo paraje árido, arenoso, polvoriento, casi desértico. La lluvia acida quemando la tierra y volviendo el aire venenoso e irrespirable. El agua ha dejado de brotar, hace tiempo que dejó de llover, los mares se han secado, el gran planeta azul se ha vuelto de un color ocre. Los pocos supervivientes viven en un mundo árido, caótico, vacío de toda vida. La muerte inexorable de los animales?, el último elefante y sus últimos latidos antes de desaparecer de la tierra y dejarles solos. Los recuerdos del antaño planeta será recurrentes visiones, espejismos que les recuerdan constantemente lo perdido, lo que han dejado atrás.

Solo hay una solución, dadnos cuenta que está en nuestras manos volver a empezar de cero y repoblar de vida el planeta tierra.